la limosnera

hace unos minutos entró a la oficina una mujer por demás humilde, cargaba a un niño (o niña) entre sus brazos, su voz apenas se escuchaba y venia pidiendo "una ayudita", la verdad no tenia mas que unos pesos en el monedero, mismos que me iban a servir para el viaje de regreso a casa, pero pues ni modo, pensé en el bebé que ella cargaba, traté de asomarme para ver si de verdad traia un niño o era solo un envoltorio, justo cuando me asomé ella se movio y alcancé a ver el cabellito, no se movia, me dio miedo y tristeza, ya uno no sabe que pensar, cuando alguien en tan precaria situación se acerca con la cara toda tiznada, y para acabarla si lleva a un pequeño ser a la vista, lo más seguro es que termines desenbolsando lo mucho o poco que puedas tener, y si no lo haces muy posiblemente quedará en tu conciencia lo malo que puedan pasarla. es verdad que la cosa está dificil, es verdad que los sueldos están de la fregada, pero tambien es cierto que hay mucho que hacer, y que talvez lo más cómodo es estirar la mano y pedir, total "yo soy pobre y me tienen que ayudar". no se que nos pasa cuando nos cruzamos de brazos y decimos, ya no puede y aqui me voy a morir. afortunadamente la vida me ha dado varias lecciones de vida, a su debido tiempo, y he conocido a muchas mujeres con grandes ejemplos de vida, de esas que no se quedaron cruzadas de brazos esperando a que les cayera el pan del cielo. que tristeza me da ver a la gente derrotada, ora si que tirada a la calle, atrayendo mas desgracia, y esperando a que uno rasque su monedero para darle unas monedas, que muy seguramente no servirán para nada bueno.

me voy triste pero con muchas ganas.