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viernes

Sonrisitas

Esta soy yo.
Nunca imaginé al recibir la invitación que ahi me sentiria tan bien
desde que cruzamos nuestras miradas y tu allá a lo lejos me saludabas a gritos
que buen dia me haz regalado, gracias camilita...
es que no tengo palabras para contarles todo
con decirles que hubo hasta fuegos pirotecnicos
bebé bailando de chontaes (o como se escriba)
micro parachicos
una maria de angulo que regalaba monedas de oro sabor chocolate
una banda de guerra
unos niños marimbistas
las mamás bailando al son de la chiapaneca
los papás con toda la tecnología a la mano
bebés llorando
niños gritando
y la niña que lloró
y la que leyó en ingles una bienvenida
y el niño que lo tradujo
la indigena que entregó los diplomas a los graduados...ay!
hubo de todo
y ponerte unas chapas
vestirte como cuando mamá me cambiaba para el bailable
y que tal el glosss! te lo comiste canija!
y la niña que estaba bien seria y cuando le puse el rubor se transformó
niños y niñas, gorditos, chaparritos, grandotes, flaquitos...
valieron la pena esas horas de pie...
si que me divertí
gracias por invitarme
te quiero un chingo camilita
mi abanderada favorita.

1 comentario:

Anónimo dijo...

A veces recibimos las mayores alegrías de quienes menos ponemos atención.
Los niños y su inocencia, sus dudas y sus travesuras, su energía y su capacidad de asombro.
Comparto con vos la alegría de tener una sobrina como comparto con vos mi amor.
Sé que aunque nos hagan travesuras no podemos estar todo el tiempo enojados con los sobrinos /as, eso también es algo que como tíos o tías aprendemos.
Es también una forma de prepararnos para nuestra propia experiencia.
Y lo más importante creo yo, es que cuando los vemos dormir, nos transmiten esa paz que necesitamos tanto es estos tiempos tan absurdos que vivimos.
Salud por ellos, los niños, los pequeñitos que nos hacen recordar el gran compromiso que tenemos para ellos /as. Para ofrecerles un mundo mejor que el que nos tocó vivir.
GCS